Los degús son animales extremadamente inteligentes. Para su pequeño tamaño, estos roedores pueden aprender una cantidad increíble de órdenes, trucos y acciones a realizar.
Aquí te vamos a contar lo esencial que necesitas saber para adiestrar a tus degús y conseguir cosas tan increíbles como que entren ellos solos a su jaula cuando tú lo decidas.
Índice del artículo
¿Cómo es el adiestramiento de degús?
Al igual que para adiestrar cualquier otro animal, solo necesitamos tres ingredientes básicos para lograr el objetivo que nosotros deseamos:
- Tiempo
- Constancia
- Premios
Además, verás cómo los degús responden muy positivamente al adiestramiento e incluso ejecutarán esos trucos por sí mismos, sin necesidad de que tú les incites a ello. Ya sabes que la comida es el mejor motor del aprendizaje.
Cómo adiestrar a los degús
Antes de pasar al adiestramiento de degús en sí, es necesario que hagamos hincapié en ciertas precauciones que debes tener.
Lo primero que necesitas saber es que la comida que utilices como premio debe quedar reservada exclusivamente para el adiestramiento. Nada de darles premios a través de los barrotes, de dejárselos en el suelo o de incluirlos en su comida habitual. El premio debe ser algo que reciban única y exclusivamente cuando hagan algo bien durante su entrenamiento.
De esta forma, si queremos enseñar a nuestros degús a subirse a nuestro hombro, para darles después una pipa, reservaremos las pipas únicamente para cuando el degú se suba a nuestro hombro.
Lo segundo es que deberemos enseñarles los trucos de uno en uno. Solo cuando los degús hayan aprendido a subirse a nuestro hombro cuando digamos «árriba», podremos enseñarles a subirse a nuestra mano, a entrar en la jaula o a dar vueltas sobre sí mismo.
Lo tercero es que no debes abusar de los premios. Al fin y al cabo, el adiestramiento de degús tiene que tener un equilibrio con su propia dieta. No podemos darles 200 pipas el primer día para que aprendan a hacer nada.
Tiempo para adiestrar degús
Aunque son animales muy inteligentes, tendrás que dedicar una buena cantidad de tiempo a enseñarles. Es posible que tengas un degú que aprenda su propio nombre en una sesión, y es posible que tengas otro degú que tarde una semana en aprenderlo.
Por eso, es importante que repitas cada truco unas cuantas veces cada día y que no les des un premio en forma de comida el 100% de las veces. Rascarles la barriga, darles un palito u otra cosa que les guste también servirá.
Cuanto más insistas y más tiempo les dediques, mejor aprenderán.
Constancia y paciencia
El adiestramiento de degús, igual que el de cualquier animal, exige de ti que repitas una y otra vez la misma orden y el mismo truco. Las palabras que utilices deben ser siempre las mismas y debes repetirlas cada día hasta que tus degús se las aprendan.
No vale que un día les digas «arriba» otro día les digas «sube» y otro día pretendas que den vueltas sobre sí mismos.
Debes tener paciencia y repetir el mismo proceso hasta que cada truco sea asimilado por tus degús. Solo entonces podrás pasar al siguiente.
Premios
Cualquier alimento especial servirá de premio. Pipas, nueces, almendras, avena, crocks.
Y no solo eso, para los degús también son premios los juguetes, los palos o cualquier otro elemento que deseen.
Además, cuando la relación entre vosotros sea más estrecha, el adiestramiento de degús podrá consistir en rascarles el lomo, la tripa o cualquier otra cosa que les guste. Verás cómo cuanto más les enseñes, menos comida necesitas para enseñarles.
Eso sí: ten cuidado con la cantidad de premios que les das. Quieres adiestrar a tus degús, no convertirlos en degús obesos.
Extra
Es buena idea que a cada palabra clave le añadas el nombre de cada degú y que ejecutes los trucos por separado. De esta forma, adiestrar a tus degús será menos caótico y más fácil para ti y para ellos.
En cuanto dos degús intentan realizar el mismo truco a la vez, más difícil será tu tarea. Eso sí, se puede hacer que cuatro degús den vueltas sobre sí mismos de manera simultánea. Solo es cuestión de tiempo y paciencia.
Ejemplos de trucos sencillos
Lo mejor que podemos hacer para adiestrar a nuestros pequeños degús es empezar por lo más fácil. Aquí te contamos algunos de los trucos que hemos practicado con nuestros degús y que siempre funcionan.
Como decíamos antes, la palabra clave debería ser una sola palabra diferenciable, corta y fácil de recordar. Puedes usar las que tú quieras, incluso términos inventados, pero acuérdate de repetir siempre la misma.
Nombre
Una de las primeras cosas que puedes intentar es enseñarles el nombre que les has puesto. Cuando tus degús sepan que tienes premios y se acerquen a ti en busca de pipas, avena o lo que sea que tengas, prueba a decir el nombre de cada degú antes de darles el premio.
Con regularidad, verás que cada degú aprende cuándo le toca a él.
Arriba
Si ya los has adiestrado para recordar su nombre, otro truco sencillo es pedirles que suban a ti. A tu hombro, tus piernas… poco a poco, no abuses. Si tus degús todavía no se atreven a subirse encima tuya, empieza por algo fácil (la mano en el suelo, la pierna estirada…).
La secuencia de pasos será la misma: «arriba + nombre del degú» y darles un premio cuando lo consigan. Quizá necesites motivarlos un poco primero para que vean que habrá premios o golpear la zona donde quieras que suban con una pipa.
Mano
Puede parecer que adiestrar a tus degús a subir a la mano es más fácil que pedirles que suban a tu hombro, pero estos animales huyen de aquello que les puede hacer daño. Y con tu hombro no puedes agarrarlos, ¿verdad?
Pedirles que se suban a tu mano dependerá de su carácter y de la confianza que tengan, pero cuando lo consigas podrás meterlos en la jaula o en el transportín sin problemas.
Igual que antes: «mano + nombre del degú» y premio.
Vuelta
Cuando ya tienen confianza contigo, es muy fácil conseguir que se pongan a dos patas para coger una pipa. En ese momento, puedes hacerles girar moviendo la pipa alrededor suya.
Si lo haces repitiendo la palabra «vuelta», verás como en pocos días repiten el truco ¡incluso si no dices nada!
Dentro
El truco de adiestramiento más satisfactorio. Te evitará perseguirlos por la habitación o engañarlos para que vuelvan a su jaula.
Para este truco te recomendaría que usases complete crocks (si no sabes qué son, deberías leer este análisis de los crocks). Guárdatelos para el final y dales el crock única y exclusivamente si entran en su jaula.
Nosotros en casa no tenemos más que decir crock para que los degús se vuelvan locos y nos escalen por las piernas hasta los hombros. Saben que les damos el crock en el hombro y luego los metemos en su jaula para que puedan comérselo
En definitiva
El adiestramiento de degús, como el de los perros, los gatos o cualquier otro animal, es posible si sus dueños tienen el tiempo y la constancia necesaria para enseñarles.
Tan solo necesitas una buena dosis de paciencia, un puñado de premios y sentarte con tus degús todos los días un rato.
Pronto verás cómo no necesitas decirles que se vuelvan a meter en la jaula. Bastará con que digas la palabra clave o agitar la bolsa de premios para que entren ellos solos.